Según la tradición el fuego ahuyenta a los malos espíritus y purifica el alma. La Noche de San Juan, una de las más cortas del año, se celebra el día 23 de junio en muchas ciudades españolas.
Su origen parece estar relacionado con culturas milenarias. Según antiguas leyendas el Sol enamorado de la tierra se negaba a abandonarla y por ello se incendiaban hogueras para dar la bienvenida al buen tiempo y ahuyentar malos presagios.
Teodosio I, emperador de Roma en el año 380 , firmó el Edicto de Tesalónica, por el cual la religión cristiana se convertía en la oficial del Imperio romano. De este modo, la festividad pagana del culto al fuego iba a perder el mágico significado que había tenido hasta entonces. La leyenda del Sol y la Tierra fue sustituida por el relato bíblico de San Juan, cuyo vínculo con el fuego se asemejaba a los ritos paganos ancestrales. Pero a pesar de la transformación impuesta por la nueva religión del Imperio, los cristianos continuaron celebrando los rituales del fuego, al igual que los paganos, encendiendo enormes hogueras para alejar a los malos espíritus.
De esa manera dicha costumbre pagana arraigó en muchos lugares de nuestro país manteniéndose intacta hasta nuestros días. Esa noche simboliza la llegada del verano y el inicio para muchos de las esperadas vacaciones.
La noche mágica de San Juan también se celebra Chipiona comenzando sobre las 23:55 horas del 23 de junio hasta la llegada del alba, llevándose a cabo la quemá del Juanillo en la playa de La Cruz del Mar. El Juanillo es una representación simbólica de los problemas. De modo que, la quema de esta figura supone para algunos celebrar el triunfo de la luz sobre la oscuridad.
Este evento se celebra en la Playa de la Cruz del Mar, y cuenta cada año con la colaboración de la Peña Peñita y la delegación de Fiestas del Ayuntamiento, “para que todos los allí presente puedan quemar todo lo malo y puedan pedir sus deseos, porque en la hoguera todo cabe y de nada sabe”.
Las hogueras representan la purificación y la eliminación de todo lo negativo. Saltar sobre el fuego protege y renueva, dejando atrás lo viejo y abriendo paso a lo nuevo. El ritual incluye lanzar al fuego objetos simbólicos que representan deseos o preocupaciones, buscando así liberarse de cargas emocionales y negativas o quemar en la hoguera una lista de aquello que nos atormenta.
Fuentes :
National Geographics
Origen de las hogueras de San Juan
Diario de Jerez